Tras tres años y un mes, que manda huevos, de disgustos, traducciones, no entender qué pasaba, este agosto en plenas vacaciones me encuentro con un acuerdo amistoso y pagan lo que deben.
Así que en breve, estaré dando la lata en la carretera otra vez. La pena es que Fata, de momento se niega a volver a subirse a una moto.
Seguiré informando.
V'ssssssssssssssssssssssssssssssss
